jueves, 28 de enero de 2010

Nocturna

Hace unos días he terminado Nocturna (título original The strain o La Cepa) de Guillermo del Toro y Chuck Hogan (ni idea de quién es este hombre), en edición del Círculo de Lectores.
¡Puaff! No aguanta ni dos sopapos. Empezando por la traducción del título y siguiendo por todo lo demás.
Es un libro con ínfulas de best-seller que no le llega ni a la suela de los zapatos a cualquiera de Stephen King, y eso que éste también tiene un poco de todo.
La historia gira sobre la idea de que el vampirismo es una enfermedad altamente contagiosa transmitida por unos parásitos que modifican en pocas horas los órganos internos del huésped, convirtiendo a éste en una máquina sin cerebro destinada a saciar su sed de sangre.
Interesante quizá, original no lo tengo tan claro.
La historia está plagada de clichés al uso, personajes planos y poco desarrollados y, lo admito, algo de tensión en algunos pasajes. Tenemos al héroe, un doctor adicto al trabajo cuyo sentido de la disciplina para con su profesión le hace perder a su familia por incomparecencia. Por descontado que es una persona civilizada y mantiene una cordial relación con su ex en beneficio de su churumbel. Para añadirle algo de salsa digamos que ha mantenido una esporádica relación con su compañera de trabajo, de la que ambos se niegan a hablar o, ni siquiera, valorar. Supongamos que hay un actualizado Abraham Van Helsing friki de las antigüedades, superviviente de un campo de concentración nazi y que hace ver al doctor la verdad de su increíble razonamiento. Y finalmente, el vampiro, como un Drácula del siglo XXI.
La redacción incluye referencias superfluas y continuas a las marcas comerciales de elementos cotidiantos (de cigarrillos, de coche, de bebidas, aparatos electrónicos... nunca entendí este afán en Stephen King o Dean Koontz, cuando menos en estos autores). Quizá crean que le da realismo a la cosa, pero a mí me agobia y me corta el rollo.
¿Qué decir de la traducción? Tampoco está muy lograda y parece realizada para español de América; no ayuda a aumentar el interés de la anodina historia. Al menos nunca he oído en España llamar jugo al zumo, o mordida al mordisco. De algunas palabras llego a dudar de su existencia, pero lamento no dar un ejemplo específico; he procedido al formateo de esta área de memoria.
Sinceramente, El misterio de Salem´s Lot le da millones de vueltas.
Pienso, o quiero pensar, que Guillermo del Toro pone la idea y poco más. Supongo, o espero, que la redacción es cosa del amigo Chuck.
Pues eso, que vaya tela. Le doy un 2. O un 3 si me siento especialmente generoso. Sobre 10, ¿eh?, no nos equivoquemos...

martes, 19 de enero de 2010

Resumen 2009

Ya va siendo hora de echar la vista atrás y recordar lo que he leído durante el pasado año 2009. Me ceñiré exclusivamente a los libros, dejando de lado cómics (Wonder Woman, Joyas Literarias Juveniles, Gen 13, Los Vengadores), tanto en castellano como en inglés, manuales de rol o revistas de Historia.
En total han sido 23 libros, que totalizan más de 7.300 páginas.
  • Varios cuentos, de Brian Aldiss. Como en toda recopilación hay de todo: bueno, regular y malo. "El hombre en su tiempo" merece mucho la pena. Un 6.
  • Hágase la oscuridad, de Fritz Leiber. La ciencia se convierte en religión. No me acabó de convencer. Un 5.
  • La espada rota, de Poul Anderson. Una saga vikinga que no convence. Otro 5.
  • Las aventuras del buen soldado Svejk, de Jaroslav Hásek. Crítica mordaz con la Primera Guerra Mundial como telón de fondo, reseñado aquí. Un 8.
  • La guerra de alados, de Poul Anderson. Novela corta que trata de la guerra en un mundo habitado por dos razas de seres con alas. Un 5.
  • Sin mundo propio, de Poul Anderson. Otra novela corta en la que la tripulación de la primera nave interplanetaria de la Humanidad, regresa a la tierra cientos de años después de su salida (con la relatividad hemos topado, amigo Sancho). Un 4.
  • Roma y los bárbaros, de Terry Jones. Historia desde el punto de vista de los vencidos, un poco sesgada pero interesante. Un 7.
  • El ejército perdido, de Valerio Manfredi. Fallída, como reseñé aquí. Un 4.
  • La Verdad, de Terry Prattchett. Reseñado aquí. En su línea. Un 9.
  • Ladrón del tiempo, de Terry Prattchett. Baja un poco el nivel. Un 8.
  • Trafalgar, de Roy Adkins. Historia escrita por un sajón para glorificación de los sajones. No obstante, muy interesante. Un 8, mal que me pese.
  • Cántico, de R.A. Salvatore. Tomo I de la Pentalogía del Clérigo y que reseñaré por aquí cuando la acabe. Creo que se me ha pasado el arroz para este tipo de cosas. Un 4.
  • 11 tomos de La Rueda del Tiempo, de Robert Jordan. Un 6, siendo generoso.
Pues parece que no soy demasiado selectivo a la hora de elegir qué leer, o que soy demasiado exigente. Quitando alguna joyita y/o sorpresa, hay poco que se salga de la mediocridad.

Veremos qué nos depara 2010.

lunes, 18 de enero de 2010

Hansestadt Lübeck

Por cuestiones de trabajo he pasado unos días, bastante fríos por cierto, en la ciudad alemana de Lübeck (Lubeca es su nombre latino).

Es una preciosa ciudad del norte de Alemania, en el estado federal de Schleswig-Holstein, y con una población de algo más de 200.000 habitantes. Su casco antiguo se encuentra en una isla del río Trave, que va a desembocar en el mar Báltico, y es Patrimonio de la Humanidad.
Lübeck fue una de las ciudades fundacionales de la Liga Hanseática, que dominó el comercio de los pueblos bálticos con el resto de Europa, camino de llegada del ámbar a los reinos occidentales. Particularmente Lübeck se enriqueció grandemente con el comercio de la sal, imprescindible en aquellos momentos para la conservación de los alimentos y de un gran valor económico al ser principalmente sal de roca.

Uno de los monumentos principales es la Holstentor, construida en ladrillo como la gran mayoría de los edificios que han perdurado hasta hoy, y resto de las fortificaciones de la ciudad. Tan emblemática que fue imagen de los billetes de 50 marcos hasta 1995 y aparece en la actualidad en las monedas alemanas de 2 euros. Sobre ella, la inscripción S.P.Q.L. (Senatus populusque Lubecensis).

A Lübeck se la conoce como la "Puerta del norte de Europa" y "la ciudad de las siete torres". Curiosamente tiene ocho, pero una corresponde a la iglesia católica y no se cuenta, al ser una ciudad de inmensa mayoría protestante.

También de gran belleza es el Rathaus, ayuntamiento de la ciudad, con los escudos familiares de las familias patricias que la gobernaron en la antiguedad, y en cuya plaza se celebra el Weinachtsmarkt (mercado de Navidad) durante el que se puede degustar el Glühwein, vino caliente con especias típico de la época navideña.

Además de pasear por sus calles de sabor medieval, se pueden pasar agradables veladas en cervecerías que fabrican su propia cerveza (recomiendo el establecimiento Brauberger) y que se puede acompañar de platos típicos de la zona.
Bien comunicada, está a apenas una hora en coche de Hamburgo. Desde España se puede llegar con facilidad volando con Air Berlin, a buen precio y mejor servicio. El aeropuerto de la ciudad es pequeño, aunque hay algún vuelo de Ryanair. Un fin de semana en la ciudad, si es posible en diciembre, es de gran interés. Pero habrá que llevar ropa de abrigo.

Lübeck es cuna de personajes famosos como Thomas Mann o Willy Brandt.

Ich bin ein Lübecker!

domingo, 17 de enero de 2010

La Rueda del Tiempo

Últimamente he dejado un poco abandonado este blog, pero no porque estuviera ocioso sino más bien por falta de tiempo. Entre otras cosas me propuse, en un agotador tour de force terminar una serie de Fantasía que comencé hace casi dos años: La Rueda del Tiempo. Me he leido cuatro tomos del tirón y aún me queda uno, de reciente publicación y que no conocía.

El autor es el estadounidense Robert Jordan, seudónimo de James Oliver Rigney y fallecido en 2007 antes de poder finalizar su magna obra. Ésta se compone hasta la fecha de 10 libros en la edición original en inglés (tres más por publicar), y de 17 libros en la edición española, de los que quedan aún tres por publicar, más una precuela. Como se ve, un esfuerzo impresionante. Además, tiene a sus espaldas un buen número de novelas de Conan escritas a principios de los años 80.

La historia comienza en Dos Ríos, en el Campo de Emond, una pequeña aldea que vive apaciblemente hasta que los sucesos se desencadenan en forma del ataque de criaturas espantosas que forman parte de la leyenda. Rand, Mat, Perrin, Egwene y Nynaeve huyen con la ayuda de la Aes Sedai Moraine y su guardián Lan, dando paso a una gran aventura.
El autor desarrolla un mundo completo, con distintas naciones y pueblos, costumbres y una larguísima historia, dando credibilidad y profundidad al mundo. Los personajes se cuentan por decenas e incluso los meramente anecdóticos se identifican con un nombre propio (algo a mi entender excesivo). Algunas mujeres pueden utilizar el Poder Único, el Saidar, y se convierten en Aes Sedai. Algunos hombres pueden también utilizar el Poder, en este caso el Saidin, aunque con el tiempo enloquecen debido a la infección en la fuente masculina del Poder causada por el Oscuro en la Era de la Leyenda. Para evitar los efectos de esta locura, las Aes Sedai los buscan y los amansan, cortándoles el acceso al Poder y provocando su muerte tras languidecer faltos de voluntad. Sólo el Dragón Renacido, un varón que encauza, podrá enfrentarse al Oscuro en la Última Batalla.
El Poder Único permite curar heridas, lanzar bolas de fuego, modificar el tiempo atmosférico, crear terremotos, viajar grandes distancias instantáneamente...
La historia tiene ciertos ecos de El Señor de los Anillos, la lucha continua entre el Bien y el Mal (en este caso la Luz y la Oscuridad) y no puede desembarazarse de ese peso, aunque también presenta bastantes puntos originales. Sin embargo avanza con lentitud a veces exasperante y hay que hacer un esfuerzo de voluntad para continuar. La verdad es que al llegar al libro 17 da la sensación de que apenas se ha desarrollado después de más de 5.000 páginas. El autor se detiene en hechos cotidianos que dan ambiente pero poco aportan a la historia y que son bastante prescindibles, provocando en demasiadas ocasiones el cansancio del lector.
Otro punto negativo es que los personajes se pierden en una guerra de sexos, al estilo de la fierecilla domada de Shakespeare, que en ocasiones es bastante infantil y que ni siquiera da trasfondo a los personajes. Los pasajes en que los personajes masculinos no entienden la actitud de las mujeres hacia ellos, y viceversa, se hacen demasiado repetitivos. Los esfuerzos por dar importancia a las diferencias culturales de los distintos paises que conforman el mundo derivan invariablemente en una descripción de la profundidad de los escotes de las mujeres, que repetitivamente enseñan una considerable porción de sus senos para escándalo de los oriundos de Dos Ríos. Al principio puede parecer simpático, pero luego todo esto se convierte en cansino y dan ganas de cerrar el libro.
Otra curiosidad, apenas aparecen personajes femeninos que no sean de una belleza espectacular. Como en la vida real, vamos.

La edición que he leído es la de Timun Mas, y aquí también hay bastante que decir. Para empezar, la política de la editorial ha hecho un flaco favor a la obra. Tras los tres primeros tomos se toma la decisión de dividir cada tomo de la edición original en dos, el primero de los cuales lleva el título original y el segundo un título inventado por Timun Mas. Supongo que lo único que pesó fue la valoración económica de la idea, porque la calidad se resiente. De hecho, cada uno de los tomos que conforman la primera parte adolece de un clímax. Al terminarlo se queda una sensación agridulce que en nada ayuda a variar la opinión del lector.
La traducción es de Mila López. Poco sé de ella, aparte de que ha traducido varias obras de la editorial. Pero creo que la calidad de la misma es bastante mejorable. Hay incluso un pasaje en el que se habla de una carpeta, traducido literalmente del inglés carpet (moqueta, alfombra), que si bien aparece en el diccionario de la DRAE es una aportación innecesaria al castellano, que ya dispone de suficientes vocablos propios para ello. Y cada vez que leía la palabra "empero", me daba un escalofrío que...

Resumiendo lo anterior, es difícil tener una sensación del todo positiva. La serie tiene muchísimos seguidores, habiendo generado un juego de rol con sistema D20 y una serie de cómics de buena factura, pero creo que a mi edad he leído cosas bastante mejores. Por sus puntos de originalidad merece una lectura, pero tampoco diría que es imprescindible. Veré de conseguir lo que se vaya publicando, más por curiosidad en ver cómo sigue la historia tras el fallecimiento del autor que porque me haya convertido en un fanático seguidor.