domingo, 21 de febrero de 2010

El nombre del viento

He encontrado una pequeña joya: El nombre del viento, de Patrick Rothfuss. Hace unos meses no parecía haber nada interesante en la revista del Círculo así que elegí, casi al azar, este libro. Después de terminarlo no puedo dejar de pensar que es de lo mejorcito que he leído en fantasía en los últimos años.
Incluso, antes de empezarlo, topé con él en una lista de los 10 mejores libros de fantasía o ciencia ficción de la década. No sé si llega a tanto, pero es bastante superior a la media.
La historia de Kvothe fluye con calma, aún en los momentos más intensos. No es una historia épica, en muchos casos es cotidiana, pero el lector vive los sucesos al mismo tiempo que el protagonista los recuerda.
Bajo el nombre de Kote, el famos Kvothe regenta una taberna. Una vida anodina para el que lo fue todo. Quizá el retiro, aún en la flor de la juventud.
Pero la llegada del Cronista lo cambia todo y Kvothe se compromete a contarle su historia. Sólo tres días en los que el escribiente deberá tomar nota de todas y cada una de las palabras, sin enmendar ni omitir nada. Y La sombra del viento corresponde al primero de esos días.
Como digo, el libro se lee con rapidez, y para nada pesan en su contra las más de 800 páginas. A ello ayuda, sin duda, el que los capítulos sean cortos. No más de 8-10 páginas, en muchas ocasiones menos. No se hace entonces nada pesado.
En este mundo existe la magia, pero entremezclada con la ciencia. En las descripciones se intuyen también nociones de alquimia. Los magos se llaman arcanistas y la magia tiene un cierto sabor a "Terramar". Lo semejante actúa sobre lo semejante, por lo que para modificar algo se debe disponer de un foco de naturaleza similar, además de una fuente de energía. El fuego es la más utilizada, pero si no está a su alcance, el arcanista utiliza su sangre y su propio calor corporal. Es una visión más clásica y menos artificiosa que en otras aproximaciones que hemos visto en los últimos años. Y deja un sabor muy agradable, durante mucho tiempo. Es como más familiar...
La prosa es adecuada a la historia, sin pretensiones más allá de contar. Y en este caso la traducción también es buena, cuidada. Un cambio a mejor después de Nocturna o La Rueda del Tiempo.
Espero que los dos siguientes libros estén a la altura. Si lo están, creo que estaremos ante uno de los clásicos citados dentro de dos o tres décadas.
Creo que tengo que recomendarlo. Da la talla.

"He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos. Me llamo Kvothe. Quizás hayas oído hablar de mí."