domingo, 11 de diciembre de 2011

El ZX Spectrum

Hace ya unos cuantos años, algo así como veinticuatro o veinticinco, mi hermano se fue a cumplir con la Madre Patria y hacer la mili. No sé para que sirvió aquello, tanto para la Madre Patria como para mi hermano. Para mí fue el descubrimiento de un turrón de chocolate como nunca más volví a ver, y para disfrutar de un flamante ZX Spectrum +, maravilla tecnológica del momento, con el que pasamos horas y horas jugando.

ZX Spectrum de 48 Kb y teclas de goma

Si no recuerdo mal la historia, por aquel entonces había en Madrid una especie de tienda en la que se podían adquirir bienes que la policía había incautado, a precios bastante competitivos. De allí vino el ordenadorcillo de marras, por la módica cantidad de 20.000 pesetas de las de entonces. 

En casa teníamos una vieja televisión en blanco y negro, pequeña, pero que funcionaba. Más que suficiente para poder conectar el ordenador y disfrutar de él. Aún así, al ser las cintas de cassette el soporte para los distintos programas, nos hicimos con un reproductor Computone, otras 5.000 pesetas del ala. Mi hermano le practicó un agujerito desde el que acceder al tornillo del cabezal, lo que nos permitió sortear los tan habituales errores de carga y utilizar nuestras copias privadas, que conseguía en el rastro de Madrid por la módica cantidad de 500 pesetas (un juego original andaba por las 2.000 o 2.500 pesetas) o le enviaban algunos amigos por correo. 

Aún hoy maravilla lo que se podía hacer con 48 Kb de RAM y 16 Kb de ROM, una paleta de colores reducidísima y un rango de sonidos aún más reducido. Pero los programadores de entonces hacían virguerías con aquellos medios. Nombres míticos como Ultimate, Ocean o, ya entonces, Electronic Arts, nos ofrecían títulos no menos míticos: Alien 8, Gunfighter, Green Beret, Ghosts´n´goblins, Match point, Match Day, The Great Scape, Everyone´s a Wally, Sabre Wulf, Underwurlde, Knight Lore, Jet Man... A nivel patrio, los chicos de Dinamic (con portadas de Azpiri o Luis Royo) o Made in Spain y juegos como West Bank (con el que pasamos una tarde entera jugando sin llegar, evidentemente, al final), Sir Fred, Game Over, Abu Simbel, Saimazoom, Babaliba...


Pantalla de Sir Fred
Eran tiempos de comprar cada semana la MicroHobby y cada mes la MicroManía. De tratar de copiar los programas que venían en ellas, con el lenguaje BASIC con el que trabajaba el ZX Spectrum. Yo odiaba especialmente las líneas de datos, pero también eran un infierno los puntos y coma, los dos puntos y las comillas. Si te dejabas algo por el camino, el programa no funcionaba. Era frustrante, además de tener que pasar horas y horas delante del teclado y la pantalla...

Pero lo pasábamos bien. Y, aunque el ordenador permitía limitadas capacidades gráficas, resolución de ecuaciones, dibujos, etc., nosotros lo utilizábamos básicamente para jugar. Los fines de semana eran para jugar, jugar y jugar. Y cuando tuvimos el joystick, el Quick Shot II, aquello fue la pera.

Otros tuvieron el Commodore 64 o el Amstrad. Algunos tuvieron también el MSX (de corta vida). Pero nuestro ZX Spectrum + nos dio años de diversión y, como dice la canción de El Reno Renardo, no se colgó jamás.


 Sir Clive Sinclair merece, sin duda, un monumento y un lugar de honor en la galería de visionarios tecnológicos de los ochenta.

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