sábado, 10 de agosto de 2013

Cinco años de lecturas

Hace ya cinco años, desde el ocho de agosto de 2008 para ser exactos, llevo un registro de mis lecturas, fuera de lo que son revistas, manuales de rol o comics. Apunto en una lista cada libro que leo, el autor, cuándo lo empiezo o cuando lo termino. 

Justo ayer terminé Tigana, que hace el número 136 en esa lista (el vigésimo segundo durante este año). Ciento trenta y seis libros, cinco años, más de cincuenta y siete mil páginas...

Aunque hay un poco de todo, sigo leyendo fantasía, ciencia ficción o novela histórica como primeras elecciones. Son los géneros que llevo leyendo desde que era un chaval y con los que me paso los mejores ratos.

Hay autores recurrentes en esta lista: Robert Jordan, Isaac Asimov, Terry Pratchett, George R.R. Martin. También incursiones solitarias, pero reconfortantes: Juan Manuel de Prada, Antonio Garrido...

Es inevitable tener que leer tanto cosas muy buenas como cosas muy malas, pero en general estoy bastante satisfecho con lo que ha pasado por mis manos. 

Si tuviera que elegir algunos libros para recomendarlos, seguramente serían estos que nombro, sin ningún orden de preferencia:
  • El nombre del viento, de Patrick Rothfuss. Fue una sorpresa, porque lo elegí en el Círculo de Lectores sin saber nada del libro ni del autor, pero engancha de una forma como hacía mucho que no había tenido el gusto de sufrir. Su segunda parte, El temor de un hombre sabio, es quizá inferior en cuanto a calidad, pero continua la historia de una manera más que satisfactoria.
  • El sueño del Fevre, de George R.R. Martin. Me habían hablado muy bien de el y no me decepcionó. Una historia en los tiempos de los grandes barcos de vapor en el Mississippi, de la que no cuento más para no estropearla. La gracia está en empezar a leer sin saber mucho de qué va.
  • La trilogía de Los gozos y las sombras (El señor llega, Donde da la vuelta el aire, La Pascua triste) de Gonzalo Torrente Ballester, historia costumbrista en la Galicia de los primeros años treinta del pasado siglo, antes de la proclamación de la República en 1931. Si puede ser, también ved la serie que emitió TVE. Entonces sí que se hacía buena televisión en este país. 
  • Canciones que cantan los muertos, de George R.R. Martin. La segunda recomendación de este autor, no os arrepentiréis. Cuentos cortos, pero algunos impresionantes, se lee muy rápido por su estructura. 
  • Ronda de noche, ¡Zas! y Dinero a mansalva, todas de Terry Pratchett. Mundodisco en estado puro.
  • La trilogía de El mensajero de la oscuridad (La suerte de los ladrones, La oscuridad que acecha, La luna del traidor), de Lynn Flewelling. Fantasía que incorpora una historia interesante con unos personajes aún más interesantes.
  • El lector de cadáveres, de Antonio Garrido. Otra novela que descubrí en el Círculo de Lectores, con buen pulso narrativo.
  • La trilogía original Berlin Noire (Violetas de marzo, Pálido criminal y Réquiem alemán), de Phillip Kerr. Novela negra durante los más negros años de Alemania.
  • Me hallará la muerte, de Juan Manuel de Prada, con la División Azul como telón de fondo de una historia de decadencia moral y humana.
  • Flores para Algernon, una deliciosa novela corta (o cuento largo) de ciencia ficción de Daniel Keyes. O de cómo nuestros sueños pueden convertirse en pesadillas.
Por supuesto que también  he leído cosas malas o, directamente, muy malas. Sabido es que la tríada de mis desvelos incluye a "escritores" como Dan Brown, Artur Balder o José Luis Corral.

La siguiente lista es para que luego no digáis que no aviso:
  • La pentalogía del clérigo (no tengo ni ganas de poner los títulos), de R.A. Salvatore. Un autor muy respetado en el mundillo de la fantasía por la creación del mítico Drizzt Do´Urden, pero que de calidad va más que justito.
  • Nocturna, de Guillermo del Toro. Una basura. Mala la historia, mala la redacción y mala la traducción.
  • El último querusco, Liberator Germaniae y La batalla del destino, de Artur Balder. O cómo destruir un tema interesante a base de pedantería y una mala documentación. La acabé por orgullo, pero la habría tirado al fuego tras el primero.
  • Numancia, de José Luis Corral. Novela histórica, muy justita de calidad. Nunca la hubiera comprado si no me la regalaran con una revista.
Para terminar, ahí van los ni fú ni fá. O, lo que es lo mismo, no me responsabilizo de posibles efectos secundarios. Las decepciones, vamos:
  • El clan del oso cavernario y El valle de los caballos, de Jean M. Auel. Cavernícolas feministas y perfectos. Yo no sigo leyendo la serie. Me planto.
  • Crimen y castigo y El jugador, de Dostoievski. No entro yo por la literatura rusa, no...
  • La serie de Mundo Anillo, de Larry Niven. Se salva el primero, por aquello de la novedad, y quizá el segundo. A partir de ahí, prescindible. Yo no la terminé. 
  • Santiago Posteguillo en general, tanto la trilogía de Escipión como el último, Los asesinos del emperador. Decepcionante, pero puede tener su momento. Lo que pasa es que los libros son enooooormes, así que si el tiempo de lectura no es muy abundante, quizá tenga más sentido ir a otras cosas. 
Bueno. Creo que ya es suficiente por hoy. He intentado recopilar un poco las sensaciones que he tenido con algunos libros. En algunos casos para recomendarlos. En otros,  para evitar que otros caigan en mis errores.



2 comentarios:

  1. De la pentalogía del clérigo recuerdo que tenía, en todo momento, la sensación de haberlo leído antes; vamos, que esos libros son una cadena de tópicos. Y la saga del elfo oscuro me gustó hasta que empezó a reciclar conceptos en Sendas de tinieblas.

    En fin, que de Salvatore yo me quedo con La sombra carmesí. Qué combates.

    ¿Guillermo del Toro escribe libros? (Insertar aquí la imagen de un gatito sorprendido).

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  2. La sombra carmesí no lo he leído todavía, pero Salvatore me parece bastante sobrevalorado.

    Lo de Guillermo del Toro (vale, sale un tal Chuck Hogan como co-autor, que supongo es el que junta las letras), puedes imaginarte el resultado.

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