domingo, 17 de noviembre de 2013

Heimdall sigue siendo negro

El pasado fin de semana vi Thor 2: El mundo oscuro en el cine. Ya he comentado que Thor es uno de mis personajes favoritos de la Marvel y además la primera película me gustó bastante, no sé si por ser Kenneth Brannagh el director o porque iba predispuesto a ello, a pesar de algunos detalles. Y sí, también por ese Loki que por momentos se hace el dueño de la escena. 


Así que no tuve dudas en pasar por caja a ver esta segunda parte, con el añadido de que aperece Malekith, uno de los malutos más carismáticos de la serie de comics.




¿El argumento? Hace eones, el elfo oscuro Malekith estuvo a punto de destruir los nueve mundos al utilizar un arma (el éter, no se han roto la cabeza con el nombre) para destruir la luz. El padre de Odín los derrotó, pero no destruyó el éter, sino que lo enterró (¡qué tontería, por dios!). 

Muchos años después, la novieta de Thor lo encuentra por casualidad (¡cómo, si no!) y el éter se funde con ella. 

Ya tenemos el cóctel necesario para involucrar a nuestro dios nórdico favorito que, cómo no, acudirá a la llamada del honor y la gloria, para enfrentarse en una lucha sin esperanza a Malekith, con la única ayuda de Loki (vaya, ¿quién lo diría?).

El dios de las mentiras, Loki, maneja a los mortales a su antojo


A partir de ahí, frenéticos movimientos de cámara tan de moda en el cine de hoy en día, hacen prácticamente imposible seguir la acción. Y hay una poca de acción, todo hay que decirlo.

Los elfos oscuros han defraudado. Son bastante curiosos en la caracterización, y tienen armas láser y naves espaciales. Los supervivientes de la guerra con el padre de Odín se encuentran en animación suspedida y... pero, ¡espera! ¿estamos hablando de Thor o de una peli de cifi? Y es que, en esta segunda entrega, se hace mayor hincapié si cabe en la idea de que los dioses nórdicos no son tales, sino una raza alienígena con avanzados conocimientos indistinguibles de la magia (hala, cita de Arthur C. Clarke sin citarlo). 

No estoy muy seguro de que esto me guste demasiado.

En cuanto a los personajes, Thor está en la línea que ya le conocíamos y Loki se confirma como todo un descubrimiento. En esta ocasión a Odín le toca el momento de ser vengativo, colérico y poco dado al sentimentalismo. Y la doctora Jane Foster hace poco más que ser el receptáculo del éter y ponerle ojitos al rubio musculoso que tiene al lado. Los secundarios, graciosos y poco más, dando un contrapunto cómico que, bueno... tiene un resultado discutible.

La dama Sif


¿Y Heimdall?, negro como un tizón, por supuesto.

Decepcionado estoy. Tanto que le doy un seis raspado, casi dos puntos por debajo de la votación popular en imdb.


1 comentario:

  1. Yo vi la primera parte en TV y no la volveré a ver, y por supuesto no pagaré por ver semejante bodrio en el cine. Me parece una película espantosa, argumento de pena, y héroes y villanos de los años 90. Puajjj

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