domingo, 3 de noviembre de 2013

Reinos Olvidados - Trilogía del Imperio

Los Reinos Olvidados son una de las ambientaciones del D&D, quizá la más popular (aunque de eso ya habrá tiempo para hablar) y, como no podìa ser de otra forma, pasó los límites del juego de rol para convertirse en franquicia literaria.

Lo que no tiene por qué ser necesariamente bueno, ni malo ya que estamos. Aunque por experiencia suele haber más de lo último que de lo primero, con algunos libros bastante infumables y con graves errores de traducción (por ejemplo la serie de Avatar). 

Imperio es una trilogía compuesta por Los señores de la estepa, de David Cook, La muralla del dragón, de Troy Denning y Cruzada, de James Lowder, los tres publicados a mediados de los noventa del siglo pasado por Timun Mas (o Timan Más, si queréis) y que son una adaptación de las invasiones mongolas al universo de los Reinos Olvidados. 

O sea, tenemos tres libros y tres autores. No sé si esto es una buena idea, pero tampoco soy lo que se dice un experto en historias franquiciadas. No obstante, se nota que han intentado minimizar los riesgos: los tres libros tienen un enfoque distinto y unos personajes protagonistas también distintos, así que no tienen demasiada influencia entre ellos.

De todos, el más interesante es sin duda el primero, Los señores de la estepa. Una historia de los mongoles y sus extrañas costumbres vistos a través de los ojos de un lama tibetano, Koja de los khazaris, que se convierte en anda (algo así como hermano) de Yamun Kahan, unificador de las tribus teiganas y autoproclamado emperador de todos los pueblos. Está bien estructurado y muestra las diferencias de pensamiento y obra de este pueblo nómada que acaba de darse cuenta de su poder gracias a un líder carismático. Una dosis adecuada de intriga y acción hacen del libro un cóctel interesante para los que conocemos el percal de los Reinos. Un seis con perspectiva positiva.



La muralla del dragón nos ofrece un cambio de perspectiva en el que seguiremos la historia a ojos de los chinos. Me gustó bastante menos que el primero, entre otras cosas porque hay una concepción más maniquea de la historia: los buenos son honorables, los malos son muy malos y de oscuros propósitos. Posee también algunos de los ingredientes que más me cargan en las historias de fantasía: una mujer de apariencia frágil pero que en realidad resulta ser una ninja experimentada (porque yo lo valgo) y unos niños que hablan y actúan de una forma muy poco infantil (como los cargantes niños de Parque Jurásico, por ejemplo). La historia va avanzando, pero el interés decae. Un cuatro y gracias.



El último volumen, Cruzada, remonta un poco, pero no mucho. El protagonista es Azoun IV de Cormyr, liderando una coalición de humanos, enanos y orcos que tratará de detener a la horda teigana. Buena parte del libro discute las propias motivaciones de Azoun y sus dudas al liderar la Cruzada. Añadimos también un conflicto paternofilial con la princes Alusair, todavía no sé muy bien por qué, resuelto de una forma bastante precipitada. Y, cómo no, aderecemos el asunto con ideas derivadas del propio juego de rol, del alineamiento de los personajes, en este caso un Legal Bueno como Azoun que se reconcome por dentro por mentir y por dirigir ejércitos en batallas en las que, sin duda, morirá gente. Vamos, de lo más creíble todo. Para este va un cinco peladito, más que nada porque me gusta esa sensación de desesperación al enfrentarse con un enemigo superior. Cruzada es también el volumen en el que la magia está más presente (a pesar de un Vangerdahast, mago mayor del reino, que en ocasiones resulta patético).



Es una serie dirigida a fanáticos de los Reinos o del juego de rol. Necesitaba un poco de lectura ligera antes de dirigirme a nuevos pastos, pero solo salvaría claramente al primer volumen.

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