viernes, 6 de diciembre de 2013

Hasta siempre, Madiba

Es tarde, terriblemente tarde, y me caigo de sueño delante de la pantalla. Pero antes de irme a la cama tengo que escribir esta entrada, con lágrimas en los ojos.

Ha muerto Nelson Mandela, Madiba. Ya llevaba varios meses con una precaria salud. Simplemente su vida se ha ido apagando, no en vano había cumplido ya los 95 años. Una edad venerable que ha conseguido alcanzar a pesar de los largos años pasados en prisión, en condiciones difíciles.

¿Por qué escribo ahora, y no lo dejo para mañana?

La respuesta es simple: hay personas que no deberían morir nunca. Personas que hacen que uno vuelva a tener fe en un género humano capaz tanto de las acciones más atroces como de las más elevadas muestras de heroísmo. 

Mandela, con su sencillez, su honestidad y su perenne sonrisa, es una de ellas. 

Por eso, porque su memoria merece todo esto y más. ¿Qué son cinco minutos de mi tiempo comparado con la magnitud de toda una vida dedicada a la lucha social?

Deja ahora a un país, Sudáfrica, huérfano. Pero sin duda con él ha muerto un poquito de cada uno de nosotros.


INVICTUS (William Ernest Henley)
Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.

In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.

Beyond this place of wrath and tears
Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds and shall find me unafraid.
It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.




Osiyeza (The crossing), el bueno de Johnny Clegg



No hay palabras para honrarte






2 comentarios:

  1. A mi no me da pena que haya muerto una persona de 95 años..... A todos nos llegará la hora. No, a mi lo que me apena es que no haya nadie en todo el planeta capaz de ponerse a su altura humana, nadie tiene la ética de hacer lo debido, y menos aún entre los políticos de nuestro país. Me da pena el vacío que deja, las penurias que pasó y aún l oves (veías) con una sonrisa,.... Yo no lloré por él, pero si hauy que llorar es por lo huérfanos que nos deja.

    ResponderEliminar