viernes, 18 de noviembre de 2016

Clint el tramposo

No. El título de la entrada no es un ingenioso juego de palabras relacionando a Clint Eastwood con Donald Trump. Ni mucho menos. 

Es porque juega con nuestros sentimientos como quiere y nos deja planchados con sus películas. Por lo menos a mí me deja planchado, sentado en el sillón de casa dándole vueltas a la cabeza después de haber visto su cara de vinagre durante un par de horas y darme cuenta de que me ha contado una historia impresionante. 

Poco importa que últimamente sus personajes parezcan cortados por un patrón similar: un señor mayor, crepuscular, con perenne cara de enfado y un grado de cinismo que proporciona los golpes d la vida. 



Me pasó tanto con Million Dollar Baby como con Gran Torino

Million Dollar Baby le valió un oscar a Hillary Swank y a mí una buena ración de lágrimas. Una película de boxeo de las de toda la vida, historia de superación personal, de sacrificio y de disciplina, en la que hasta puedes notar el olor a linimento, cuero y sudor. 

Los personajes, todos muy bien construidos. Morgan Freeman en uno de sus mejores papeles en los últimos tiempos. Cuando Peligro está recibiendo lo suyo y él sube al ring a poner las cosas en su sitio, se ponen los pelos de punta. 

¿Por qué Eastwood es un tramposo? Pues porque entre toda esta pequeña obra maestra aparece una ristra de seres despreciables, empezando por la familia de la chica y terminando por la sucia púgil alemana causante de su desgracia. Una ristra de personajes que son tan despreciables, y más en comparación con el brillo de la candidez de la protagonista, que resulta muy fácil odiarlos. Sobre todo cuando nos enfrentamos al sufrimiento, por diferentes motivos, tanto de ella como de él. 

Y entonces me doy cuenta de que el cabrón de Clint Eastwood ha jugado como ha querido con mis sentimientos. 

Mo Cuishle!

¿Y en Gran Torino? Tres cuartos de lo propio. Ves como el personaje de Clint deja de ser bastante antipático, llegas a vislumbrar su verdadero yo, ves cómo parece por fin capaz de subir desde las profundidades de su alma, cuando la catástrofe en forma de agresión a la chica hace explotar ese microverso y le devuelve a lo más negro. 



Pero, amigo, cuando por fin entiendes cuál es el plan de su venganza, cuando lo inimaginable pasa, te quedas sentado en el salón mientras piensas qué hideputa ha sido y cómo te ha engañado. A mí por lo menos, que confieso que no lo vi venir. 

Million Dollar Baby y Gran Torino son dos películas de sobresaliente, dignas de entrar con grandes letras doradas en la historia del cine. Y siendo como son las dos muy buenas, y  muy tramposas. me quedo con la historia de boxeo por encima de la del anciano astuto. 

Y es que este Clint Eastwood crepuscular es un regalo para los amantes del cine.

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