domingo, 27 de agosto de 2017

La moda de revisiones de clásicos animados

Esto del cine va por modas y parece que, ante una lamentable falta de ideas que ya se va detectando desde hace años, la moda ahora va a ser revisitar los clásicos animados de nuestra infancia y hacer películas prácticamente idénticas en acción real. 

¿Cuál es entonces la motivación que lleva al espectador a gastarse unos buenos euros en películas que es muy probable que se sepa de memoria? Esa es una buena pregunta... En mi caso, la respuesta es tener una niña de diez años a la que todas estas cosas la motivan de una forma superlativa y que, aunque va tomando conciencia de lo que es el valor del dinero, todavía pesa más su inocencia infantil. 

Todo ha empezado con El libro de la selva. Ya sabéis, la historia del niño Mowgli, cuidado por una manada de lobos y al que el tigre Shere Khan desea eliminar a cualquier medio. La historia de Baloo, el oso perezoso y fraternal, Bagheera, la pantera responsable, que cuidarán del niño cuando la manada de lobos vote expulsarle para que el tigre no la tome con ellos.


Visualmente espectacular y con una duración relativamente ajustada (106 minutos) para lo que se estila en la actualidad, me aburrió bastante. Será la falta de novedad... 

Una pena que no poder disfrutar de otro de sus atractivos: las voces de sus protagonistas en versión original (Idris Elba / Shere Khan, Bill Murray / Baloo, Ben Kingsley / Bagheera).

Han conseguido que Shere Khan dé miedito

Los mejores momentos: la serpiente Kaa y la ciudad de los monos con su rey Louie a la cabeza. 

Y la cosa ha continuado con La bella y la bestia, la película que reflotó a la Disney hace la friolera de casi veinticinco años, con unas técnicas de animación revolucionarias por aquel entonces. 

La versión de acción real es prácticamente calcada al original animado, solo se amplía un poco la historia de Bella y su padre y se consigue dar algo más de profundidad a los personajes. Por lo demás, habiendo visto el original más de diez veces, incluso fui a su estreno en el cine durante unas navidades del siglo pasado, no puedo sorprenderme ante lo que estoy viendo.


Aunque se hace también un poco larga (también lo es en el metraje, 149 minutos) en algunos momentos, me gustó bastante más que El libro de la selva. Quizá también porque el original me gusta mucho más. O porque aquí ves a los actores (bueno, a Dan Stevens / Bestia se le ve más bien poco) y se aprecia una buena interpretación. Como la de Kevin Kline (el padre de Bella), Luke Evans (Gastón) yJosh Gad (Le Fou).
 

¡Y soy mas peludo que un oso polaaaaaaar!


Mención especial para estos dos. Gastón llega a convertirse en un ser despreciable (ya lo era en su versión animada) y Le Fou... bueno, digamos que juega bastante con la ambigüedad sexual. Y suyos son los mejores momentos humorísticos de la peli.

¿Emma Watson? Bien, gracias, pero no impresiona...

La cosa va a seguir. Ya están preparando la versión de Dumbo. A ver en qué acaba esto, pero no me termina de convencer.

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