domingo, 22 de octubre de 2017

Falcó

Pérez-Reverte es uno de mis autores de cabecera (he tenido unos cuantos a lo largo de mi vida, así que ahora que lo pienso, creo que debería hacer algún día una entrada sobre ellos). No tengo todo, pero sí diría que más de un 80% y todo me gusta salvo casos puntuales (Un día de cólera o El pintor de batallas, por ejemplo). 

Pero, fíjate tú, me hice con Falcó sin demasiadas ilusiones gracias, como muchas otras veces, al Círculo de Lectores. Y, como muchas otras veces, el resultado ha sido altamente satisfactorio.




Como es habitual en Pérez - Reverte, poco dado a los libros tochos (ya debería aprender el amigo Ken Follett o nuestro Santiago Posteguillo), es uno de los pocos autores patrios o extranjeros que siguen cosiderando que se pueden contar buenas historias en menos de 300 páginas. 

La historia de Falcó es la de un agente de los servicios secretos del bando sublevado en la Guerra Civil española. Un personaje, como muchos de Pérez-Reverte, cínico y descreído, pero con un férreo sentido del honor. Aunque su moral no sea todo lo rígida que se espera, es una imagen de antihéroe bastante clásica. Un personaje que tiene bastantes similitudes con el capitán Alatriste, por cierto, movido unos trescientos años adelante en el tiempo. 

¿La historia? 

Falcó deberá adentrarse en solitario en la zona roja, contactar con un grupo de jóvenes falangistas, con muchos pájaros en la cabeza y mucha voluntad, pero ninguna experiencia de campo, y organizar un asalto a la cárcel en la que se encuentra cautivo José Antonio (no es necesario dar el apellido, creo). Todo a la espera de un grupo de asalto que será transportado en un U-Boot alemán, que esperará al éxito de la misión para recoger a los supervivientes. 

Como el libro no es una ucronía, ya todos sabemos que la misión no tuvo éxito (se siente, no es spoiler), pero el interés recae en qué va a hacer Falcó con los chavales que le han acompañado, entre los que se encuentra una enigmática muchacha de la que se quedará prendado nuestro coriáceo protagonista. Una muchacha que resulta ser bastante más de lo que parece. 



Pérez - Reverte resuelve los clásicos planteamiento - nudo - desenlace en un número de páginas muy manejable, gracias a la prosa a la que nos tiene acostumbrados desde El maestro de esgrima. Pero lejos de pensar que Falcó es una novela esquemática, no solo consigue trazar unos personajes con vida propia, además de sumergir al lector en entorno histórico más que creíble. 



Al parecer va a haber una serie de Falcó (¿cuándo seguirá la de Alatriste?), así que habrá que ir haciendo hueco en mi estantería, bastante cargadita por cierto.

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